
El tarot es uno de los ” juegos” de cartas más antiguo del mundo, una de las artes adivinatorias más conocidas, por eso se han formado tantos mitos y leyendas.
La baraja del tarot se compone de 78 naipes, 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores.
Arcano viene de Arca y se refiere a un profundo secreto,
cada uno de ellos equivalía a una llave de la revelación.
El dato más fiable aparece en la cultura Sumeria en el periodo
dinástico arcaico ( 2334 - 2900 a. C.), donde en la ciudad de Ur,
existía un oráculo formado por tablillas de madera, que era utilizado por los sacerdotes de la época para resolver las dudas de la nación y el futuro que les esperaba.
No se sabe cuántas tablillas formaban el oráculo, ni las figuras representadas en este.
En el antiguo Egipto es donde el Tarot aparece con toda seguridad.
En la avenida de Las Esfinges, excavada hacia el año 1964, que une las pirámides de Luxor y Karnak; se hallaron esculpidas en piedra las figuras de algunos Dioses egipcios con símbolos astrológicos, que eran utilizadas por los sacerdotes para ver el futuro del Imperio Egipcio.
Este oráculo era llamado "Tar- ro"; que significa sendero real.
De aquí la teoría de algunos estudiosos del Tarot y su actual nombre.
La búsqueda de un sendero que nos ayude a avanzar con seguridad y prevenir los peligros del camino. Es en la edad Media cuando nacen nuevas explicaciones sobre el posible origen del nombre del Tarot, asociándolo a la Biblia de Enoc. Sin embargo el origen del nombre sigue siendo todavía un misterio.
En Egipto aparecen los 22 arcanos mayores, base de nuestro Tarot actual.
Estaban formados por algunas de las Deidades de Egipto, y adopta el numero 22 por la influencia del pueblo Hebreo.
Se asocia cada imagen a una letra del alfabeto de este pueblo y la creencia en su poder mágico.
No olvidemos que el alfabeto hebreo es el poder del "Verbo" fundamental en la oración y la comunicación con Dios.
Los Israelitas fueron una pieza clave en la consolidación del
Imperio Egipcio; como ejemplos, Josué y Moisés.
Posteriormente son los Helenos, que movidos por su interés
en el esoterismo y la magia, adoptan el Tarot como ciencia de estudio místico.
Viéndolo incompleto añaden su conocimiento de la matemática
y los elementos naturales, y así forman los 56 Arcanos menores;
Complemento indispensable en la interpretación del Tarot.
Estos se crean sobre la base de la teoría cabalística que asume
los cuatro elementos como la base de la evolución del hombre y su constante renovación.
Esto explica los cuatro palos, aire=espadas, tierra=bastos,
fuego=oros y agua=copas.
Y él número de cartas, 14, que equivale al 5, número de la renovación.
Podemos decir que ya ha nacido el rey de las máncias,
formado por la astrología, la cábala y la numerología.
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